Babasónicos :"El valor de la entrada es el impuesto de fe en el rock"

El notable grupo argentino acaba de lanzar su CD + DVD "Impuesto a la Fe" con el que realizarán una gira con más de 50 shows teatros de la la República Argentina, en el que consideran que "logramos una manera novedosa de reversionarnos" al punto tal de crear "un disco nuevo"
Cómo convertir un álbum con canciones de toda la carrera en un disco de temas nuevos fue el desafío al que se enfrentó Babasónicos al tomar el formato “Desde adentro”, desconstruir sus canciones y ofrecerlas como si fueran nuevas.

Lograr este objetivo tal como hicieron los Babasónicos solo confirma la categoría de la banda y el nivel instrumental al que han llegado. Nueve meses de trabajo encerrados en una sala de ensayo fue el tiempo que le llevó a la banda desarmar las canciones y volver a presentarlas totalmente cambiadas.

No se trató de cambio de vestuario. Acá la banda actuó de manera quirúrgica para volcar en sus canciones todas sus influencias: Phil Spector, Burt Bacharach, el pop italiano y español de los 60 y los 70, arreglos de Los Galos, Los Iracundos, Ennio Morricone, Giorgio Moroder y tantos más.

La banda ganó al incorporar a un buen bajista y productor como Tuta Torres y, de esa manera, liberar a Carca de las cuatro cuerdas y utilizar toda su versatilidad como multinstrumentista, al igual que con Diego Rodríguez.

La orquesta y el coro fueron reemplazados por un moderno mellotrón sintetizado que usó Diego Tuñón durante todo el concierto, además de una serie de sintetizadores, mientras que Carca y Rodríguez iban desde un Theremin sintetizado, una lap Steel guitar, toc toc, vibráfonos, y percusiones de todo tipo, hasta un saxo y una melódica escolar.

En una larga charla con Télam, Diego Rodríguez y Diego Tuñón, integrantes y habituales productores de la banda explicaron todo el trajín de este álbum:

T: ¿Cómo descontracturar el repertorio de una banda que tiene 12 discos y volver a armarlo?
DT: Básicamente, es muy interesante porque es renovador pero también se sufre un montón tener que cambiar a esta altura. Pero yo creo que a la banda le hizo muy bien tener que ensayar algo que es microscópico. Un programa es un lugar donde se ven todas las partes, y un disco que se graba sólo una noche también. No tenés ningún recurso de generar misterios, lo tenés que generar desde el arreglo y nosotros siempre apostamos quizás desde el desarreglo, más allá de tener mucha armonía. Acá había que provocar pero desde el arreglo, casi como leyendo música. Para mí es un disco de toda novedad, más allá de la revisión es una forma muy novedosa de reversionarse.

T: ¿Estuvieron ocho meses en la sala de ensayo?
DR: Sí, 8 meses. Llegué a tocar flauta traversa y trompeta, pero esas versiones quedaron en otro lado. Tal vez le meta a alguno de los temas nuevos, porque para los shows en vivo tenemos 6 o 7 temas que no entraron en Impuesto de Fe. Es otra sorpresa para el que vaya a los próximos shows.

T: ¿Primero se pusieron de acuerdo en la lista y a partir de ahí empezaron a desarmar? ¿Cuántas canciones empezaron desarmaron?
DR:- 50, 45 canciones. En realidad empezamos con 10, después con 20 y después con 30, porque íbamos cambiando. Imaginate que lo que más nos costó primero fue plantearnos ser otra banda, y no íbamos a tener arreglador, ni cuarteto de cuerdas, ni vientos, ni tres coros... Había que ver cómo hacemos para hacer todo lo que habría que hacer para que la canción funcione entre nosotros. Cómo ser mínimo, para que cada arreglo tenga su momento importante porque la música es audio, si tocás todos a la vez no hay detalle. Entonces cómo logramos que la música tenga detalle, que sea bailable, que sea entretenida… Ser un programa de televisión que tenés que verlo y ver qué sucede. Llevamos un montón de tiempo en intentar hacer eso que, como dice Diego, un disco lo hacés en muchos meses, no una noche.
DT:- Es tremendo, porque si hacés un disco en vivo estás caminando un camino que ya hiciste, son canciones que están orquestadas o compuestas en determinado momento y uno las intenta recrear; pero esto estás haciendo algo que es totalmente original, excepto algunas melodías de voz, esa misma noche. Tenés que tener mucho cuidado, porque te ponés bajo la mirada de un microscopio y todo lo que puede fallar va a fallar. Es como hacer cine, casi, generar una realidad no se hace igual que como se vive la realidad. Es eso, cómo orquestás algo pequeño en un lugar grande y lleno de gente.

T: ¿Cuándo sintieron que era un disco nuevo?
DR: Desde que empezamos lo tomamos como un disco nuevo, por eso tenía la presión cada uno de volver a ser uno nuevo.
DT: Es una gala, una oportunidad. Que alguien ponga la cantidad de dinero que hay en la concreción cinematográfica de esto hacía que teníamos que hacerlo bien. Eso me parece que cada vez es más interesante, últimamente lo único que se puede rescatar de un artista es la performance. Me encantan los discos, el proceso de hacerlo y el misterio de grabar 5 tracks, pero la performance es impirateable.
DR: Estás en el momento con el tipo haciéndolo, hay algo que es único.
DT: El único que supera la época es el capaz de hacer la performance, para mí todo se basa en eso. El valor de la entrada, el ir a buscarlo…
DR: Ese es el impuesto de fe en el rock. Si no, no subsiste.

T: ¿Las dos nuevas canciones las venían preparando para un disco nuevo?
DR: No, fueron hechas para esta ocasión. Teníamos otras más y estas fueron las últimas dos que salieron a último momento. Fueron algo espontáneo, cuando las otras no habían alcanzado para que las toquemos todos.

T: ¿Cómo se sienten ante los elogios de los colegas y, sobre todo, de los extranjeros? Uno desde acá mira que van al Vive Latino y los festivales más importantes, donde no solo están ustedes sino también una escena emergente latinoamericana.
DT: Yo creo que la música es del mundo, pero siempre es muy interesante la anécdota de ser de una ciudad tan libre como Buenos Aires en lo que respecta a la creación y generación de rock. Yo llegué a entender que como vivíamos en el culo del mundo y acá no venía nadie, porque a México llegaban todos, teníamos esa necesidad cultural de generarlo. Esa necesidad nos hizo hacer lo que dice Sabina, que el rock español lo inventaron los argentinos. Estábamos en el Cono Sur y teníamos ganas de hacerlo. Pero cuando hablás de los Decadentes, por ejemplo, es del mundo, salvo que hagas el rock tan intrincado de Los Piojos que es solo argentino.

T: La responsabilidad no les pesó nunca de tener que sonar como argentinos o la expectativa por serlo.
DT: Yo creo que no hay banda que no quiera se la mejor en el momento de pararse ahí, el que diga otra cosa te está mintiendo. Si querés pasar desapercibido no salís a gritar y hacer tanto lío.

T: Hablás con las bandas que quieren llegar a girar por América Latina y marcan el ejemplo de como ustedes conquistaron México, que dormían todos juntos en una habitación. Siempre marcan que ustedes siempre tuvieron un sentido de la humildad y la ubicación.
DT: Mirá, yo creo que nunca fuimos humildes pero la vida nos dio varios baños de humildad muy a nuestra contra. Siempre apostamos a la no humildad.

Fuente : telam.com