Rock garagero mezclado con blues psicodélico y valvular de los años 70, retazos de glam, punk, surfer rock y otros elementos se mezclan en el segundo disco de Los Tónicos, banda formada por música de la escena más independiente.
“Noches enteras” abre juguetona, riffera, con una base bien poderosa, con las voces bien trabajadas, en la que el sello garagero apare de la mano de las partes de guitarra, los solos y los cortes que tiene la canción.
Gori aporta su guitarra y su voz para “Soy un tren” que recuerda a Pappo's Blues en su inicio, por lo gordo del groove que impulsa la base, aunque el solo recuerda más a Johnny Thunders de los New York Dolls.
“Toma el timón” tiene también esencia blusera, con Domínguez compartiendo la voz con Gori, pero el clima con arreglos de sintetizadores te acerca a una fiesta en un barco rumbo a una isla del Tigre.
Otro habitante del under Mongo Aurelio Visutti le pone el toque glam a “Changarín” que recuerda a los New York Dolls y a los Hanoi Rocks de Michael Monroe, con un solo enloquecido y un ritmo de fiesta decadente.
“Poemas en portugués” tiene un gran inicio en guitarra, con la voz quejándose al frente y cuando se suma la banda, los Tónicos traen un mix de los Stooges y los MC5, con toquecitos de space rock cuando la guitarra queda soleando, solo apoyada por una suave percusión,. Ese intermezzo le cambio el tempo a la canción, que después vuelve con su rabia punk.
“Geisha in the morning” es una balada glam, con buenos riffs, coros fiesteros, totalmente cantada en inglés. “Sin salida” recupera la esencia Stooges, con un gran arranque guitarrero.
Los Tónicos decidieron cerrar el disco con “Tirando piedras al río” un cover de una canción que Miguel Abuelo incluyera en su disco “Et Nada” grabado en Francia en 1975, que trae una versión más hard rock de Miguel Peralta, con momentos psicodélicos intermedios en los que el juglar de “la era de acuario.. con una flor en la boca”. Los Tónicos respetaron la esencia de la original que tenia mucha rabia, fuerza y le agregaron un toque más a los New York Dolls y esencia punk, para una notable versión, que incluye un recitado y un final con elementos progresivos arrancados a la guitarra.