Luego de dos discos y dos giras europeas, la banda platense se prepara para tocar en el Uniclub tras cuatro meses fuera de los escenarios. Quiénes son, cómo construyen su arte y qué es lo que viene para este trío que crece a pasos agigantados construyendo un rock que ya navega en busca de su destino.
El rock es un género cuyas fronteras resultan difusas y en su interior la heterogeneidad es la norma. En ese construir y deconstruir musical, con un sonido pesado y complejo, nace Güacho, de la mano de dos hermanos y un amigo, en el año 2011. “Hernán (batería) y Lisandro (guitarra y voz) empezaron a tocar juntos con formato más distendido, sólo para juntarse a tocar, y al toque me sumé yo porque faltaba el soporte de un instrumento. Y yo por ahí me adapto a tocar cualquier cosa porque estudié batería, más que nada. Como de pequeños tocamos un poco todo y me doy maña, lo más importante es compartir un momento con mis amigos, con mi hermano. Desde que tenemos 12 años que estamos juntos como amigos y acá nos encontramos los tres con esta formación”, cuenta Joaquín, bajista de la banda.
Creo que en el primer momento que nos juntamos los tres más o menos nace un poco el formato definitivo. Como que se vomitó la música muy rápido, hubo una comunicación bastante veloz y funcionó. Nosotros creímos que había algo interesante. Ya desde las primeras veces, nos dimos cuenta que estaba bueno, que podíamos seguir juntándonos. Uno nunca sabe en qué va a terminar. Ellos ya venían tocando con algunas ideas pero cuando fuimos tres ahí terminó de tomar forma.
Rock And Ball: ¿Por qué el nombre?
Por ahí la idea detrás del nombre en términos generales era poner algo propio, que no sea ajeno, algo que nos represente y que sea corto. El nombre tiene un significado, es alguien que no tiene ni padre ni madre y esa era una buena definición de lo que nosotros creíamos que estábamos haciendo en ese momento. No tenía un fundamento arraigado en otras cosas, viene de algún lado pero a su vez no tiene nada, no tiene esos pilares que muchos de nosotros encontramos como radicales.
DOS DISCOS Y UN HOMENAJE
La banda platense ha producido dos discos desde su nacimiento a la fecha y en camino se encuentra un tercero, miembro de esta trilogía, que ya cuenta con “Vol. I En la orilla del Océano” (2012) y “Vol. II Historias de viajeros” (2014). “Tienen una continuación y un desarrollo, como así las letras de los temas, los temas y los nombres en sí de los discos. En principio tienen esa lógica, pero después obviamente hay cosas que van modificándose. Desde el concepto está planteado para que sea una trilogía. Todo, desde la gráfica, los temas, la música… Y concluye como idea, como obra, en el volumen tres. Eso siempre estuvo pensado desde el principio”.
“Si bien hay ciertas ideas que se trasladan de un disco a otro, y algunos otros elementos se comparten y se desarrollan pero no están pensadas de antemano. No es que nosotros ya tenemos los discos compuestos. Pero si como idea conceptual de mostrar algo se venía pensando así. Cómo van a ser, cómo se van a relacionar. Encontrar un sistema en ese sentido. Por ahí hay cuestiones de contenido que están inconclusas. No es que el material se hizo y después se fue fraccionando. Hay ideas que están y otras que quedan afuera, sobre todo cuestiones de música y de lírica”.
Rock And Ball: ¿Cómo fue el proceso creativo de composición de esta trilogía?
Lo que nosotros vemos y creemos que se va dando es que, en el primer disco éramos un grupo de tres personas que estábamos conjugando un montón de cuestiones personales en un proyecto colectivo. Ese trabajo fue tratar de encontrar un lenguaje común, no sabíamos bien de qué manera, pero lo que se ve en ese disco es eso: nosotros tratando de dialogar musicalmente y encontrando un lenguaje que era nuestro. En el segundo disco por ahí ese lenguaje está un poco más avanzado, y se nota por ahí en la estructura de las canciones que está un poco más pulida, pueden gustar más o menos que el anterior pero por ahí hay un norte en cuanto a la composición de los temas, algunas texturas como funcionan.
El día 10 de marzo de 2016, cumpleaños número 61 de Pappo Napolitano, quienes siguen a Güacho se sorprendieron al encontrar en la bandcamp de la banda (http://guacho.bandcamp.com/) dos canciones del fallecido artista de rock. “Esos dos temas se fueron dando en la sala, naturalmente, por zapadas, fueron saliendo. Se dieron en el proceso de composición del segundo disco los dos, entonces se grabaron durante la grabación del segundo. La idea también siempre fue que participen amigos. La idea también es como romper un poco con esa estructura del disco y por eso fue que lo invitamos a Lucas (Finocchi), el cantante de Monstruo y a Francisco (Blanco) que es un amigo nuestro. Lo terminamos para la fecha de cumpleaños de él y son versiones, diálogos, que nos gustan. Un tema lo respetamos más, otro lo modificamos un poco pero ahí están, es parte de nuestro gusto por esa época de la música de Pappo”.
EUROPA
En 2012 y 2015 Güacho cruzó el charco para embarcarse a la aventura del viejo mundo y conquistar así territorios cuya trayectoria musical resulta abrumadora. “Esa gira fue mucho más acotada porque partió de una idea nuestra de viajar, pero esta vez fue un poco más organizada, había un montón de cuestiones más concretas. Esta vez nos fuimos con dos sellos que nos editaban los discos allá, entonces la cosa cambia cuando pasa eso. Había un sello que se encargaba de coordinar fechas. Fue mucho más específico, desde los lugares que visitamos hasta las bandas con las que compartimos, la gente que podía llegar a acceder a esos conciertos y la posibilidad de editar allá para poder traer un vinilo”.
Rock And Ball: ¿Cómo fue el encuentro con el público de allá?
Re bien siempre. Hay algunas cuestiones que son más complejas. El idioma para ellos es muy difícil, no sólo para el público sino también para los sellos, las empresas de prensa, todas esas cosas les cuesta mucho porque creen o tienen la certeza de que es muy difícil de vender una banda que no habla en inglés, entonces te lo manifiestan de esa manera. Nosotros por suerte encontramos gente que confía en lo que hacemos, le gusta, y decide apostar a eso. Pero más allá de lo estrictamente lingüístico, a la gente le llega porque también esta es una banda que tiene bastantes pasajes musicales. Siempre era buena la respuesta, la gente nos escuchaba con respeto y la mayoría lo disfrutaba, compraban la remera, los discos.
MÁS ALLÁ DE LAS DIAGONALES
Para crecer es necesario despegar y Güacho lo hizo. Sin embargo, la ciudad y su gente ha hecho mucho para contribuir con la banda. “Para nosotros sigue siendo aún hoy sorpresivo que vaya la cantidad de gente que fue en los últimos conciertos. Sobre todo porque tenemos en claro que no es un estilo musical tan popular, tiene una carga más densa. Está buenísimo. Hay un montón de cosas que son interesantes, otras que hacen que otras cuestiones cambien nuestra forma de hacer. A mi lo que más me interesa de eso es la capacidad que podemos desarrollar nosotros de hacer las cosas mejores a nivel producción, de eventos organizativos. Si no tuviéramos el apoyo de la gente que va a vernos no podríamos tener la puesta de luces y sonido que tenemos, ni tampoco un montón de otras cosas que pudimos hacer las últimas veces que tocamos. Yo me quedo con la posibilidad de poder hacer algo mejor, a nosotros nos gusta y es mucho trabajo, somos una banda independiente”.
En La Plata tocar, es como mínimo problemático. “Nuestra idea es mover. Tampoco queremos dejar afuera a la gente de acá que nos sigue, por eso es que para el show del 6 de mayo (en Uniclub, con Sutrah) pusimos colectivos para hacerlo lo más sencillo posible a todos los que quieran ir desde La Plata. Este año no sabemos si vamos a poder tocar acá porque los lugares con las características para que nosotros hagamos un recital como los que veníamos haciendo se redujeron completamente. No tenés otro lugar que no sea el Teatro ópera para tocar”.
Fuente : rockandball.com