Pequeñas anécdotas sobre las instituciones (rockeras) en el Glastonbury argentino.
Si se analiza desde los números, discutir a Cosquín Rock como el festival más importante del rock argentino resulta imposible: 15 ediciones consecutivas, 1.500.000 espectadores y más de 1000 bandas sobre sus escenario. Pero cada cifra encierra una historia, y al rescate de ellas va Cosquín Rock XV. El Rockmumental. Porque más que la historia del festival, el documental dirigido por Francisco Mostaza recupera las historias del festival. “Desde BA Rock , no se había realizado un registro de un festival mítico y los 15 años de Cosquín Rock eran la excusa perfecta”, le dijo a Silencio el director, que tuvo que enfrentarse a la ardua tarea de (y acá va otro número impactante) analizar 500 horas de material audiovisual. “Primero hubo que digitalizar todo, seleccionar y armar el rompecabezas”.
El documental, que se estrenó el viernes y sábado en el BAFICI, se podrá ver a partir del 28 en cines de todo el país y también de Uruguay, está estructurado a partir de las tres locaciones distintas donde fue emplazado el festival. Un primer capítulo recorre los comienzos en la Plaza Próspero Molina, donde el festival se llevó a cabo desde 2001 a 2004; el segundo comprende los años entre 2005 y 201o en la Comuna San Roque; y el tercero resume los sucedido de 2011 a 2016 en el aeródromo de Santa María de Punilla.
Pero aunque la estructura de Cosquín Rock XV. El Rockmumental esté pensada para mostrar el camino a la “profesionalización” del fesfival -según las palabras del propio José Palazzo, voz principal de la película-, las anécdotas que dan cuenta de la relación músico-prodcutor y los momentos emotivos sobre el escenario ofrecen los ingredientes más interesantes. Un músico que toca con un revólver dentro de su campera, otro que llega con siete (!) horas de retraso y encuentros de todo tipo en camarines develan pequeñas historias que son contadas sin filtro por el creador del festival mientras desfilan delante de cámara, entre otros, Babasónicos, Pappo, Pity Álvarez, Andrés Ciro Martínez, Ricardo Iorio, Andrés Calamaro, Skay Beilinson y Charly García.
El público, que ha hecho de Cosquín Rock el festival federal por excelencia, también gana minutos en el documental. “Cosquín nace en una época en la que era muy difícil cruzar las tribus de distintos estilos”, reconoce Mostaza. “Era muy riesgoso y nadie estaba dispuesto a tomar el desafío. José con sus socios lo hicieron y les salió bien: las bandas lo disfrutaron , el publico más, y así comenzó la leyenda”. Una leyenda que, ahora, puede verse en cines.
