Walter Giardino: "No hay que ser un rockstar antes de tiempo"

Walter Giardino Temple viene a tocar con Joe Lynn Turner, pero antes habló del oficio de tocar rock.
Walter Giardino regresa a Córdoba, para tocar con Joe Lynn Turner, que pasó por grupos como Rainbow y Deep Purple. La presentación será este viernes, a las 23, en Captain Blue y las entradas anticipadas se consiguen en Disquerías Edén y en Locuras.
De esto y de cómo ser un artista de rock, conversamos con Giardino.

-Es un show que ya lo hicimos hace unos años y que realmente funciona muy bien. Joe viene a hacer su trabajo y el nuestro es plantear una banda que esté a la altura. Es un trabajo que hago y en el que todo funciona donde tiene que estar. Las versiones no pueden ser menos, tienen la intensidad que se merecen. Esa es la idea.

-Se ve que sobre el escenario la están pasando bomba.

-Joe confía mucho en mí, en la dirección musical, que es el trabajo que estoy más acostumbrado a hacer, para mí es natural. Es lo mismo que hago con Rata, con la diferencia que estamos tocando temas de Deep Purple, Rainbow o Rising Force y es para mí como algo un poco más divertido. Me saca de la rutina, de los shows de Rata y me mete en algo que hacía cuando tenía 15 años. Es como una película, cuando uno era chico y empezaba con todo esto, lo veía como algo de otro mundo. Y ver con quién compartís el escenario no deja de ser todo un flash y es muy divertido.

-¿Se le encuentran cosas nuevas? Tocas un tema que muy probablemente lo tenés re sabido ¿aparecen cosas nuevas, vueltas de tuerca que no las habías percibido?

-A la hora de interpretar hay que meterse en el espíritu de la canción y tocar lo más libre posible. No podés hacer exactamente lo que hacía Ritchie (Blackmore)… la idea es rescatar el espíritu de la canción y sobre eso mantener el hilo, porque a la gente le gusta eso. Mantener el equilibrio sin perder la espontaneidad. Yo siempre digo, soy un guitarrista de los ochenta, empecé a tocar rápido, en el virtuosismo o como quieras llamarlo, pero vengo de los 70. Esa parte nunca la olvidé ni la dejé, pero no voy a tocar de memoria nunca en mi vida. Pero, sí, hay que hacerlas así, no queda otra porque están compuestas de esa manera, están concebidas de esa manera, como el solo el de La leyenda del Hada y el Mago.

-¿Sería muy inapropiado de llamarle la vieja escuela?

-Y claro. Está bien.

-¿Y cuál sería la nueva escuela del metal argentino?

-Yo creo que la nueva escuela del metal es la que no está todavía. ¡Ja! La que está buscando volver a ubicarse, a retomar la experiencia, la formación y los estilos y un montón de cosas para inspirarse nuevamente y generar un nuevo producto. Creo que muchas veces los músicos se dejan meter en ese snobismo de la creatividad, tratar de ser novedosos y realmente se olvidan de que las buenas canciones se escuchan en la radio. Hablo del rock no de cualquier basura. La industria te pone al conejillo de Indias de turno y lo va vendiendo, de eso no hay duda pero hablo de música, hablo de rock, de bandas de rock. Hace rato que no aflora una banda de rock, hace más de 20 años que no tenemos una banda de rock, que digas ‘es esta’. Desde los Guns n’ Roses que estamos esperando que pase algo y eso todavía no sucedió, pero yo creo que va a suceder.

-Creo que la llama está viva. En algún momento se exageró con el “retro rock”, era una nueva generación pero todos tocaban como los Who o qué sé yo, los Kinks.

-Todo lo que tenga que ver con títulos, clichés y nombrecitos raros… el new metal ya debería llamarse old metal porque hace 20 años que nació ¡ya el nombre está condenado!

-Mucho rótulo, dando vuelta.

-Mucho rótulo porque hay que vender, hay que llamar la atención de la gente. No me parece que llamar la atención de la gente con productos que sean tan armados, sea sinónimo de rock and roll. Una banda de rock and roll tiene que ser espontánea, tiene que ser salvaje, rebelde. Tienen que ir hacia el lugar que ellos sienten. Mantener un poco el control para que no se vaya todo al Diablo, pero uno no tiene que perder el espíritu. Creo que también tiene que ver con querer ocupar un espacio rápidamente ¿no? Ser famoso, querer salir en los diarios y en la revista. Son sueños de chico que recién empieza, pero esos no son fines. El fin es que seas un buen compositor, un buen artista y que tengas una banda que funcione, que las canciones funciones. Todo eso trae lo otro. Son consecuencias, lo demás.

-Componer es un trabajo silencioso.

-Hay que trabajar con tu banda todos los días. Levantarte pensando que tenés que ensayar y ascostarte pensando cómo eran los temas, para el otro día, siendo músico. No ser un rockstar antes de tiempo. Ser un rockstar antes de tiempo te convierte en un ridículo, no sos nada. Vos podés tener toda la traza del rockstar, cuando empezás, pero nunca podés creer que lo sos. Son cosas que se confunden mucho y los chicos por ahí se olvidan que lo fundamental, lo esencial es tener una banda de rock and roll que funcione, que ellos estén orgullos de estar en una sala de ensayos mugrienta y sin plata para tomar el colectivo, como nos pasó a nosotros, con Rata, sabiendo que era lo único que importaba en la vida, después todo lo demás está. Que vos trabajes con tu banda. Es ese amor, esas cosas que hacen que una banda llegue y otras no.

Fuente : .diaadia.com