Rock: La máquina pop de Miguel Mateos

El intérprete, que hizo bailar a más de una generación cuando allá por comienzos de los '80 no estaba bien visto asociar al rock argentino con el baile, lanza su nuevo trabajo.
Desde el título de su nuevo trabajo Electro Pop, Miguel Mateos deja más que en claro de qué se trata la cosa. Si bien en su página oficial el hombre se define como uno de "los pioneros del rock en español", a lo largo de sus más de 35 años de carrera la música del creador de clásicos como"Tirá para arriba", "En la cocina huevos", "Atado a un sentimiento" y "Si tuviéramos alas", entre tantísimos otros, siempre tuvo una ligazón especial con el pop.

Primero con su grupo Zas y luego en su etapa solista, Mateos hizo bailar a más de una generación cuando allá por comienzos de los '80 no estaba bien visto asociar al rock argentino con el baile. Por eso no puede sorprender esta producción bien pop que se anuncia como el comienzo de una trilogía de álbumes que tendrá una segunda propuesta acústica y una tercera rockera para luego sólo editar singles.

Junto a Alejandro, su hermano baterista y socio musical, el guitarrista Michael Thompson y al bajista Leland Sklar (quienes compartieron grabaciones con artistas como Michael Bolton, Joe Cocker, Madonna, James Taylor y Phil Collins, entre otros) Mateos registró en California su decimonoveno disco en el que echó mano a sintetizadores, máquinas de ritmo y secuencias para darle el toque electrónico a las 13 canciones pop que integran la placa.

Toda ésta parafernalia tecnológica donde más se aprecia es en "Plegaria" y "Piedra papel o tijera", las canciones que abren y cierran Electro Pop.

Ya en "La ley del pulgar" Mateos se despacha con una canción pop mid tempo, en la que ironiza sobre el "amor digital" ("No me saques de tu cuenta/ no me pidas contraseña/ No me engañes/ No pretendas/ Sólo quiero que me vuelvas a aceptar") y en "Te adoro" atrae con una típica balada de amor, de esas que tan bien escribe, y que de ahora en más cada vez que cante en vivo tendrá el obligado coro de su público como sucede con sus clásicos. Lo mismo sucederá con "Euforia" ("Euforia es un lugar/ Yo sé cómo llegar/ Todo el mundo a bailar/ es sólo euforia"), de los cortes más bailables del disco y que "linkea" con "Obsesión", aquel hit inoxidable que inauguró la década del '90. "Aprender a vivir" es la joyita del álbum, una canción que lleva el ADN Mateos, bien bailable y también con destino de clásico. "Cinco patas al gato" también es bien dance; "El Diablo enamorado", "Cinco estrellas", "Lov" y "Hombre de una sola mujer" ameritan más de una escucha y en "Vive y deja vivir" y "Las cosas que hacemos por amor" retoma el nivel de la primera parte del álbum donde, sin duda, está lo mejor del álbum que Mateos ya empezó a presentar en una gira por el país, Latinoamérica y Estados Unidos y que en septiembre lo tendrá tocando en la capital.
Fuente : diariopopular.com